Introducción
Charles Spencer Chaplin nació en Londres (16-4-1889). Abandonado por su padre e internada su madre en un asilo para dementes donde murió poco después, conoció junto a su hermano mayor Sydney, los tugurios, el hambre, los orfanatos y el maltrato que la miseria infrahumana depara. Una infancia como las que retrata en sus novelas Dickens, en los finales de la era victoriana.
Empero, a los seis años subió a las tablas para interpretar un número de baile; heredero de las dotes histriónicas de su madre, cantante en el Music Hall y destacada en la pantomima, el niño saltimbanqui ingresa al circo y lo contratan posteriormente, para giras provincianas circenses y en el Music Hall, junto a su hermano, y a la edad de quince años.
Contratado en una troupe de comediantes, participan ambos en una gira a los Estados Unidos, la que se repite un año después. Su primer contrato es con Marck Sennet y filma 35 películas cómicas de un rollo; su salario es de 125 dólares por semana.
Da inicio de este modo una carrera ascendente, que pronto lo llevará a la fama mundial.
Su filmografía es vastísima y de gran valor estético y conceptual, sobre todo a partir de 1917, cuando aparecen sus películas más connotadas, producto de un contrato con la First National, propietarios de la gran mayoría de las salas de cine en los Estados Unidos. Destacan al inicio de este período "Vida de perros", "Soldados a las armas" y "Al sol".
La película y sus implicaciones
"Tiempos modernos" (1935): Dirección, guión, música, dirección de actores: Charles Chaplin. Protagonistas: Charles Chaplin, Paulette Goddard, Henry Bergman, Chester Konklin, Hark Man, Alan Garcia y otros.
Sinopsis: "un hombrecillo (Charlotte) trabaja en una línea de producción en serie en una fábrica. Su tarea consiste en atornillar dos tuercas a la vez a gran velocidad; esto le produce un tic inicial y recurrente, hasta llegar a la demencia, pues comienza a ejecutar la acción dentro y fuera del trabajo con objetos y personas (pernos de un hidrante; narices; botones del vestido de una mujer). Persigue a una mujer con las llaves en la mano, lo que provoca la reacción de un policía; ingresa a la fábrica y desata el caos al ser arrastrado por los engranajes de la inmensa maquinaria. Finalmente es recluido en un hospital siquiátrico, de donde sale para encontrarse con el cierre de las fábricas. Es la crisis del 29 que sume en la miseria a los trabajadores en los Estados Unidos y en el resto del mundo".
Con "Tiempos modernos", Chaplin da una nueva orientación a su obra; supera entonces lo trágico individual, característica de sus filmes desde "The Kid" (El chico), para elevarse a los grandes temas del mundo contemporáneo. Lo que "... los estetas juzgaron poco conveniente y los políticos peligroso" (Georges Sadoul, en "Historia del cine mundial", Siglo XXI editores, 4ª edición. México D.F.).
Chaplin, hombre universal, entendía perfectamente que los tiempos que corrían correspondían a un mundo inhumano, cuya organización se basaba en la ganancia (acumulación de capital). Pero el film era criticado por muchos, sobretodo en el sentido de la interpretación antecedente. Así, André Bazin, en su obra en coautoría con Erick Rohmer, "Charles Chaplin", Fernando Torres editores, Valencia, 1974, consideraba el filme como "carente de unidad".
Para Georges Sadoul, la serie de "Sketches" (historias interpuestas, pero con hilo conductor) que aparecen en el filme "...son divertimentos, quizá precauciones oratorias".
Ciertamente, Chaplin "parodia" historias que son producto de su desempleo (el de millares), para obviar de este modo el tema central y evitar así la intervención de la censura.
Al respecto, Sadoul insiste en que las mejores escenas, logradas ex profeso, son las que tratan el tema central. Charlotte se vuelve loco por lo absurdo e inhumano del trabajo en cadena. Posteriormente se encuentra con una manifestación de los obreros despedidos. Alza una bandera arrojada desde un vehículo, y se convierte en líder involuntario de la marcha; reprimido violentamente es conducido a la cárcel ("gag"). En los episodios de la fábrica, antes de su explosión demencial, lo eligen para la demostración de una máquina ofrecida al propietario para la alimentación pragmática de los obreros (economía de tiempo). El artefacto se descompone y "arremete" al obrero: abofetea "el trágico y transformado rostro de Charlotte". Esta "performance" alude, sin duda, a la "gran depresión", como fue llamada la crisis aguda en la que se precipitaron las economías de los Estados Unidos y el mundo capitalista en general.
Sin embargo, André Bazin se opone a tal caracterización de este filme. En el libro antes mencionado en coautoría con Erick Rohmer, y prologado por Francoise Truffaut "Charlie Chaplin", el autor afirma que: "Es posible que inmediatamente después de la crisis mundial, al alba del Frente Popular, las alusiones político-sociales aparentasen una voluntad de sátira directa (aunque confusa). Por el contrario, lo que hoy se desprende del filme "es la altura con la que Chaplin maneja el tema y la constante primacía del estilo".
Bazin estima de continuo que "...el fondo no ha perdido su interés, sino que la fuerza y la precisión de la parábola se desprenden mucho mejor ahora...". "Criticar el reinado de la máquina y la división del trabajo, no tiene…demasiado sentido".
Pero el autor, que hace una apreciación correcta desde el punto de vista de la valoración estética (es uno de los más connotados especialistas en el cine de Chaplin), obvia el tema y sus manifestaciones, que son las que provocaron el goce estético y el aplauso de las masas, pues se vieron retratadas en su condición de víctimas de la explotación inocua del capitalismo. Hay que resaltar, eso sí, que en el prólogo del libro en mención, Truffat considera que "es el cineasta más famoso del mundo", y cita la valoración de Sadoul sobre Chaplin como "El genio más fabuloso jamás producido por el cine, comparado justa y acertadamente con Molière por Louis De Luc y con Shakespeare por Elie Fauré".
"Tiempos modernos"es la caricatura de la humanidad degradada en el trabajo de la fábrica. Charlotte no es un trabajador regular o medio de la fábrica. Su retrato es, en fin, el retrato del fondo de miseria de la condición proletaria. Georges Sadoul considera que "el principal recurso cómico de Chaplin es la dignidad. Su personaje -antítesis de Max Linder- es un vagabundo que se cree un caballero. Esta pretensión burlesca no excluye la noble reivindicación de la dignidad humana, cuya conquista implica la ridiculización de los dignatarios indignos: policías, guardias de la cárcel, condes, banqueros, usureros, forzudos (matones), clérigos y puritanos".
Pero, cómo consigue este genial cineasta los efectos de la aceptación del público (placer de éste al ver sufrir a la riqueza y al lujo); ¡solamente con la identificación del público, en el nivel emocional, con las emociones del actor!.
"Chaplin mete a toda prueba sus efectos cómicos; su elección está determinada por la seguridad que tiene de que serán comprendidos por la universalidad de los seres humanos".
En efecto, el publico de Chaplin es universal; sus filmes fueron y son apreciados y comprendidos por las clases populares; por las poblaciones campesinas incluso y por los marginales en cualquier latitud del planeta; por los públicos considerados cultos, por la intelectualidad más conspicua. La vigencia de Chaplin se pone a prueba cuando un grupo de niños tiene la oportunidad de ver alguna de sus cintas. Su magia expresiva, su pantomima, su parecido con los más de la sociedad, su identidad con éstos, despiertan una respuesta de asombro y alegría en los espectadores, niños y adultos
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